En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo que tuvo lugar en 1992 en Río de Janeiro, se establecieron una serie de objetivos, planes y mecanismos tendentes al DESARROLLO SOSTENIBLE, compatible con la conservación del medio ambiente natural, es decir, se estableció la prioridad de satisfacer las necesidades de la población mundial sin comprometer las de las generaciones futuras.
En este contexto, cobra especial importancia el concepto de AGRICULTURA SOSTENIBLE que, según la Sociedad de Agronomía, es aquella que a largo plazo mejora la calidad del entorno, aporta alimentos, es económicamente viable y mejora la calidad de vida del agricultor y su entorno. En este ámbito, en cuanto a fertilización, hay que considerar tres aspectos fundamentales:
(1) El aporte de nutrientes, teniendo presente todas las fuentes.
(2) La disponibilidad de los nutrientes, considerando la fertilidad inherente del suelo y la actividad microbiana del mismo.
(3) La reducción de pérdidas de nutrientes mediante un adecuado uso de los abonos, es decir, teniendo en cuenta la época de aplicación, las condiciones del suelo y el tipo de abono.
Así pues, en contra de las creencias extendidas en la opinión pública, los fertilizantes, utilizados racionalmente, colaboran muy positivamente en la agricultura sostenible mediante:
(*) El mantenimiento de la fertilidad del suelo. Sólo cultivos bien fertilizados poseen sistemas radiculares potentes, capaces de mejorar la estructura del suelo, aumentar la capacidad de retención de agua e incrementar el contenido en materia orgánica del suelo.
(*) La prevención y reducción de la erosión, que es posible por la implantación de cultivos nutridos correctamente.
(*) El mantenimiento de ecosistemas naturales. Sin el uso de fertilizantes, el descenso de la productividad obligaría a poner en explotación superficies hoy ocupadas por bosques, etc.
(*) La mejora y equilibrio de la nutrición de los cultivos, favoreciendo la producción de alimentos en cantidad y calidad.
(*) La reducción de los costes de producción de los alimentos facilitando el acceso a una nutrición equilibrada a un sector muy importante de la población mundial.
«El mayor peligro para la conservación del medio ambiente natural es la obtención de bajos rendimientos agrícolas», Environmentally Sustaining Agriculture, Denis T. Avery The Hudson Institute.
Utilizando los medios y conocimientos de que disponemos, todos los operadores del sector agrario debemos hacer un esfuerzo por utilizar las técnicas de cultivos más adecuadas y avanzadas para producir alimentos compatibilizando el rendimiento económico con la protección del entorno natural