Cómo mejorar el cuaje del olivar
La floración es el momento en el cual, el olivar se encuentra en el estado más sensible.
El cuaje va a dependiente de la fuerza de nuestro árbol y de las reservas que tenga para que realice un buen agarre de frutos y cuaje la mayor parte posible.
Normalmente se ve que el árbol echa mucha flor pero al finalizar el periodo de fecundación, aborta mucha de la muestra que al principio vemos. Bien porque el árbol se auto-protege si no va a poder mantener todo el fruto y lo desecha, además del daño que ocasionan normalmente el prays (polilla del olivo) y el algodoncillo (euphyllura olivina) además de otras plagas secundarias.
Prepara al árbol para una nueva cosecha
Lo primero de todo, algo muy fácil, es tener un buen abonado de fondo para que el olivar tenga reservas.
Además de tener en cuenta otra serie de factores como el grado de exigencia que se le va a dar a nuestra explotación.
Si queremos que tenga una buena producción debemos equilibrar nuestro abonado al marco de plantación, posibilidad de agua, la climatología de cada año… Factores que muchas veces desconocemos (de ahí la importancia de tener un técnico asesor profesional sobre el tema)
Esto desde el inicio va a repercutir en que tengamos la mayor parte de yemas sanas en la brotación y hará que tengamos una mayor posibilidad de que se formen los racimos florales.
Una vez que se inicia la brotación, es importante aplicar un primer tratamiento de arranque para el olivar.
Posteriormente hacer los tratamientos foliares oportunos en la fecha adecuada .
¿Cómo hacer que cuaje la mayor aceituna posible en el olivar?
Actualmente la floración se está produciendo a buen ritmo, con temperaturas suaves y humedad en el suelo. Este año no hay plaga de prays y por ello el despojo está siendo muy bueno.
El éxito de el cuajado va a depender de varios factores:
- La cantidad de cosecha del año anterior.
- La fecha de recogida de la misma (cuanto antes recojamos la aceituna, más tiempo tendrá el olivo para reponerse).
- El plan de abonado que le hayamos realizado (tanto en el suelo, como foliar)
Si el olivo tiene las reservas suficientes y los niveles de nutrientes adecuados, el cuaje triunfará.
Cabe destacar la importancia de un nutriente al que no se le presta demasiada atención: el FÓSFORO.
El fósforo desempeña un factor fundamental en la cantidad de flores que cuajen, si el árbol tiene deficiencia de fósforo provocará fallos de fecundación y floración defectuosa.
Una vez que avance el cuajado y el olivo haga su selección natural es el momento de aplicar nuevos nutrientes:
- Al suelo (con fertirrigación, tarea que deben de hacer las comunidades de regantes aplicando las formulaciones más adecuadas)
- Con tratamientos vía foliar a base de potasa, magnesio y microelementos. Sin olvidar el nitrógeno así como los bioestimulantes para que el olivo siga creciendo y desarrollando nuevos tallos para la siguiente cosecha.
Una de las reglas esenciales en el olivar que en el mismo año hay que producir aceituna y tallo para la próxima campaña.